¿Es mejor leer en pantalla o en papel?
La respuesta no está clara. Hace un tiempo, cuando la lectura en soporte digital irrumpía como un fenómeno absolutamente novedoso, la mayoría de los lectores la calificaba como algo incómodo reservado para informaciones cortas y de fácil comprensión, prefiriendo los textos impresos en papel sobre todo cuando la información requería poner atención o el objetivo final era un análisis profundo del tema que trataba.
Sin embargo, a medida que han ido emergiendo las nuevas generaciones «nativas digitales», la tendencia ha ido cambiando y ha ganado terreno la lectura digital. Y es que, en general, a nuestro cerebro, aunque se adapta, le resulta más complicado acomodarse a una situación nueva (pasar del papel a la pantalla) que aprender de cero un nuevo proceso (lectura digital).
Los lectores habituales siguen prefiriendo el papel ante las pantallas, según encuestas realizadas la sensación del papel en el libro no es equiparable con la frialdad de las pantallas. De cualquiera de las maneras la lectura conlleva una serie de beneficios:
- Estimula las capacidades cognitivas: la lectura de un libro hace profundizar, aclarar y reflexionar sobre su contenido y significado.
- Mantiene el cerebro activo: al estimular cognitivamente al cerebro a través de la lectura de manera continua, nos beneficia porque estamos aumentando la fuerza de los tejidos cerebrales y, por tanto, estamos ayudando a disminuir el declive cognitivo debido a la edad, asimismo prevenimos enfermedades neurológicas como el Alzheimer y otras demencias. Múltiples estudios muestran una asociación positiva entre la lectura y el deterioro cognitivo, lo que implica que existe más declive cognitivo si carecemos del hábito de la lectura y poseemos un bajo nivel educativo.
- Favorece la salud mental (atención, concentración, memoria): la lectura diaria puede mejorar la memoria verbal y la concentración en adultos mayores.
- Mejora el estado de ánimo: la lectura puede reducir el estrés, de forma efectiva, en situaciones cotidianas. Según estudios realizados recientemente, la lectura de solo seis minutos puede reducir la frecuencia cardíaca y los niveles de estrés en general.
- Permite desarrollar empatía: la lectura de ficción puede aumentar la empatía hacia los demás y mejorar la capacidad de reconocer y comprender las emociones de los demás. Además puede ser una forma efectiva de mejorar la inteligencia emocional.
- Aumenta nuestro vocabulario : seguro que te ha pasado. Dar con una palabra que necesitas buscar con el móvil mientras lees porque, en efecto, no te suena para nada. Puede ser que no siempre nos detengamos a buscar cada palabra con la que nos topamos pero las vamos acumulando y deduciendo su significado por contexto. Y la siguiente vez que nos sale al paso, ya nos resulta extraña. Lo mismo pasa con expresiones propias de un gremio, expresiones de otra época o incluso palabras que sabemos perfectamente qué significan pero que sólo estamos acostumbrados a ver en el registro escrito y no las usamos en nuestras charlas habituales. A base de leer a diario todas estas expresiones acaban por formar parte de nuestro vocabulario habitual y tenemos muchos más recursos para expresarnos.
- Facilita las relaciones sociales
- Estimula la creatividad: la lectura también puede estimular la creatividad en comparación con la lectura de no ficción o no leer en absoluto. Ayuda a mejorar la flexibilidad cognitiva y la capacidad de pensamiento abstracto.
- Estimula otras habilidades: leer no solo hace que las personas sean más inteligentes y creativas. Este hábito también desarrolla en las personas otro tipo de habilidades como la resolución de problemas matemáticos.
- Ayuda con el insomnio: muchas personas suelen leer en las noches como un método para atraer el sueño. Resulta que se ha comprobado que desarrollar el hábito de la lectura con este fin si tiene efecto. Por otro lado, recordemos que al disminuir el estrés y relajar el cuerpo es más probable conciliar el sueño. Solo 6 minutos de lectura bastarán para lograr el efecto. Se recomienda que la lectura como adyunvante del insomnio sea a través de un libro físico o bien a través de un dispositivo con pantalla opaca, pues la luz que emiten los aparatos electrónicos puede lograr el efecto contrario.
- Potencia nuestra cultura general : este es un efecto colateral maravilloso por ejemplo de las novelas históricas. O de los biopics sobre estrellas o movimientos culturales. Al abrir la cubierta del libro entramos a un universo que nos es del todo desconocido, de la mano de la novela y de sus protagonistas caminamos por ese paraje y, poco a poco, capítulo a capítulo, vamos conociendo las singularidades que conforman ese lugar o esa etapa histórica. Y qué maravilla es poder soltar alguna de esas anécdotas, curiosidades o hechos históricos después cuando estemos teniendo una conversación informal con amigos.
¿Os he convencido? ¿Os apuntáis a leer? Feliz lectura y mucho ánimo con la próxima.